El secreto de la crisis…

Queridos lectores: Reproduzco en esta ocasión un artículo de mi queridísimo Soli (Jorge Torres Bernal). Este personaje (pues lo es) ha sido para mí (no en orden de importancia sino cronológico): papá de pacientes fabulosos, amigo, confidente y recientemente, socio creador en esta aventura bloguera. Espero disfruten tanto como yo su maravilloso blog

«Tengo 38 años y he vivido, como casi todos los mexicanos de mi edad, en crisis.

Sin embargo hace algunos años comencé a experimentar otro tipo de crisis, una más profunda que me llevó a preguntarme si había vivido a plenitud hasta aquel momento, si mis decisiones habían sido las correctas, si había logrado hacer las cosas que yo quería hacer…estaba a punto de convertirme en un chavorruko y lo logré, no me arrepiento ni de decirlo ni de haber hecho lo que hice, finalmente todo es aprendizaje y creo que se aprende más de los golpes que de las palmadas en la espalda, del aplauso o del reconocimiento.

Pero como no tienes tiempo para leerme voy a pasar directamente al grano y te voy a decir cómo le he hecho para sobrevivir estos años llenos de maravilla y bullshit que se han convertido en los mejores de mi vida…hasta ahora.

Primero que nada mandé al diablo a los grupitos, las manadas no me van, me asquean, me degradan, me dan flojera y estar pasando el rato con tipos tóxicos o reunioncitas de parejas me parece una pérdida de tiempo. Esto no quiere decir que me caigan gordos sus integrantes (los de estos grupos) pero como la masa tiene una conciencia aparte de la individual muchos se sienten ofendidos por esta forma de pensar, por eso cuando te sales de un grupo de WhatsApp muchas y muchos se ofenden, sigo sin entenderlo.

He tratado de consolidar las relaciones que me aportan y, aunque esto suene extraño me he alejado de muchas de ellas y eso también forma parte de la consolidación: la distancia. Los amigos de infancia que me conocen muy bien afirman que me conocen mejor que yo y eso de entrada está muy mal, por ello emprendí una búsqueda hacia mi interior, para ser el que mejor se conozca a sí mismo. Tratar de resolverle la vida al otro es una forma de agresión y estoy convencido de que la distancia es necesaria para el crecimiento personal. Mantengo contacto con gente muy cercana que me ha reclamado ausencias o distancias pero quiero decirles a todas estas personas (que son muy pocas) que tienen un lugar muy especial en mi mente y en mis recuerdos. No necesito una borrachera para decirte que te quiero.

  • He dejado de dar explicaciones y escucho más, tengo la piel muy sensible a los intentos de manipulación: beberé cuando yo quiera, fumaré cuando yo quiera y haré lo que yo quiera cuando yo lo decida y no externos.
  • Paso mucho tiempo con mi familia, con mi esposa e hijos, y tal vez te parecerá extraño pero en este pasar el tiempo tanto ella como yo hacemos muchas más cosas separados que juntos, después de 23 años estoy construyendo intimidad y no codependencia.
  • Corro, corro por muchas razones, para mi mente, como homenaje a mi padre, para mi salud física, para despejarme, y porque me encanta salir a disfrutar que aun mi cuerpo puede estar libre y correr por donde quiera sin dolencias ni achaques.
  • Escojo los momentos especiales, los que valen la pena, y me he dado cuenta del daño terrible que frases como «ya es viernes» nos hacen a los mexicanos, si te pesa tanto la semana deja de hacer lo que estás haciendo y punto.
  • Soy intransigente con los ignorantes y abusones, me meto en problemas gratis, critico lo mal hecho en la política y comparto mi punto de vista, participo en mi sociedad. Amo a mi país y no soporto a los grillos que han prostituído la política.
  • Establecí varias rutinas que le dan a mi mente y a mi cuerpo tranquilidad y orden como ahorrar, respirar, dormir, descansar y respetar mis ratos de ocio.
  • Me recupero día a día del 2016, que ha sido brutal, para bien y para mal.
  • Ya no hago fiestas, me cansé de tener la iniciativa y de no obtener un producto intelectual de las mismas.
  • Dejé de escribir gratis.
  • Escojo a mis clientes, participo en lo que creo, como veo doy.
  • Busco gente afín y celebro su llegada a mi vida pero creo que con quien mejor me la paso es conmigo cuando estoy solo, ya sea por voluntad propia o de manera fortuita.

Tal vez te sientas aludida o aludido por alguno de mis comentarios, sin embargo no ha sido con el afán de molestarte ni a ti ni a nadie, entiendo que a los hombres en México no nos enseñaron a decirle a otro hombre «te extraño», tampoco nos enseñaron a convivir sin alcohol ni a tener amigas sin ganas de echarse un acostón, pero bueno, esta es mi decisión, aquí está mi amistad y ahora está bajo mis propios términos.

  1. No voy a ir a donde no quiero ir.
  2. Me voy a retirar cuando yo quiera.
  3. No voy a seguir perdiendo mi tiempo.
  4. No voy a tolerar agresiones.
  5. Iré a donde sea invitado.
  6. No daré explicaciones.
  7. Escucharé con atención.
  8. Daré más abrazos.
  9. Obsequiaré con gratitud mi amistad.
  10. Me seguiré negando sistemáticamente a seguir las reglas.

¡VENGA, PONGÁMONOS A VIVIR!»